Somos seres humanos inconformes.
Nos quejamos del frío y del calor, de los demás, de la vida. Criticamos sin ponernos en los zapatos del otro, sin detenernos a comprender su historia o su dolor.

Muchas veces solo entendemos el sufrimiento cuando lo tenemos cerca, cuando toca nuestra puerta o nos atraviesa directamente. Solo comprendemos el frío cuando no tenemos cómo abrigarnos, el calor cuando no hay agua, la gravedad de una enfermedad cuando alguien cercano la ha vivido o la ha perdido. Y mientras tanto, olvidamos agradecer la simpleza de la vida.

Vivimos pendientes de lo que ocurre en el mundo, buscando información, noticias y opiniones para tener de qué hablar, en lugar de detenernos a valorar lo que sí tenemos aquí y ahora.

Pilar Sordo cuenta en uno de sus libros una historia que transforma la mirada. Un paciente ciego, en una sesión terapéutica, recibió un ejercicio sencillo: escribir una lista de cosas por las que estuviera agradecido. Una semana después regresó con un cuaderno de más de cincuenta páginas. En ellas había gratitud por su toalla caliente, su café diario, una llamada de un familiar, el cariño de sus amigos. Pequeñas cosas que llenaban su corazón de sentido.

No es un secreto que el mundo está cambiando. Tener información al alcance de la mano nos da argumentos para creer lo que queremos creer. Hay verdades, medias verdades y mentiras. Y muchas veces elegimos aquello que confirma nuestros paradigmas culturales, familiares o personales.

¿Y si aprendiéramos a respetarnos más?
¿A respetar al prójimo y al planeta?
¿A creer firmemente en nosotros mismos, a ser autónomos, a tomar decisiones sabias sin dejar que otros definan nuestra verdad?

Aprendamos a agradecer.
Aprendamos a crear conciencia de vida.
Aprendamos a dar sin esperar nada a cambio.
Aprendamos a creer en nosotros mismos y a ser la diferencia en un mundo que clama, con urgencia, por un cambio.

Vive un momento a la vez.
No dejes que la vida se te escape entre pendientes, redes sociales o mirando la vida de los demás.
Vive tu vida.
Porque el momento es ahora.